martes, 3 de marzo de 2009

The Wrestler


Mucho se ha escrito sobre la interpretación de Mickey Rourke (para mí, soberbia), pero no tanto sobre la película, y aún menos sobre el mundo del wrestling (o pressing catch, como es más conocido en España) (*1)

Esta vez el héroe crepuscular no es ni un forajido redimido, ni un boxeador en busca de su último gran combate. El ya inolvidable personaje, Randy “The Ram” (“Carnero”) Robinson (*2), reviste de dignidad una profesión a menudo objeto de mofa, como muestra el propio filme en las escenas de “The Ram” con su jefe del supermercado. Al respecto, me sigue sorprendiendo que uno de los argumentos habitualmente utilizados contra el wrestling sea el de sus “golpes de mentira”. Pero, ¿qué quieren? ¿Qué peleen a destrozarse? Estamos de acuerdo, los combates no tienen la verosimilitud de los que puedan aparecer en cualquier película de acción (por cierto, éstos también son “de mentira”), pero requieren de una preparación física muy exigente, que ocasiona lesiones con frecuencia. Por cierto, la pelea que ofrecen “The Ram” Robinson y “The Necro Butcher” (interpretándose a sí mismo), con grapadora, cristales y alambre de espino de por medio, no es precisamente recomendable para espíritus sensibles.

Veo el wrestling como un espectáculo (no un deporte) de luchas coreografiadas, que incorpora el culturismo y ciertos elementos del cómic de superhéroes. Todo ello queda captado tanto por el guionista Robert D. Siegel como por el director Darren Aronofsky. Que no dudan en iluminar los rincones más oscuros del gimnasio, mostrándonos la lacra del dopaje, causante, de forma directa o indirecta, de varias muertes que han diezmado las filas entre los luchadores que recordamos del bombazo televisivo que representaron las emisiones de Tele5, allá a principios de los 90. Ni tampoco se cortan en denunciar el abandono que sufren los menos afortunados, tras su retirara, aún como consecuencia de una incapacidad contraída durante el ejercicio de su profesión. Auténticos juguetes rotos en un colectivo a menudo carente de convenios laborales, incluso en las grandes ligas.


(*1) Para los aficionados y curiosos al mundo del wrestling, recomiendo la web www.diariowrestling.com, posiblemente la más popular en lengua hispana, como demuestran sus decenas de miles de visitas (sí, me honra guardar parentesco con su editor, Santiago Liébana…)

(*2) Para aquellos que hablan de una resurrección de Mickey Rourke, decir que Darren Aronofsky tuvo la sabia precaución de no adelantarle dinero hasta haber concluido el rodaje de la película. Tras la gran repercusión de la misma en el mundo del wrestling (con polémica incluida), Rourke está ofreciendo algunas de sus típicas apariciones bizarras, llegando incluso a especularse sobre su participación, metido en el rol de “The Ram”, en uno de los eventos más importantes de la temporada de wrestling

4 comentarios:

Javier Liébana Radó dijo...

Primero suscribo lo escrito, el pressing catch y sus practicantes no tenian todavía la película que se merecían. Y esta es una gran obra y hecha con mucho cariño.

Como dije, es una de las pelis que más me han llegado, por razones personales.

Y por otra parte no hace un uso abusivo de la nostalgia por los ochentas ahora tan de moda, si no que nos situa exactamente en el presente, contandonos un reflejo de una parte de esa época, sin nada de frikerio referencial.

Javier Liébana Radó dijo...

Bueno, si que es referencial, pero no autocomplaciente...

Larsvondick dijo...

Bues post Sr. Alfredo...
Pero menos escribir y más chino, por favor.

Alfredo J. Liebana Rado dijo...

Señor Lars, ahora que estaba dispuesto a correr el riesgo de perder a todos mis lectores citando su blog, va y decrece su actividad. Posiblemente le pareciéramos pocos, pero siempre le fuimos fieles.

Si alguien piensa que su sensibilidad no puede resultar más herida de lo que está, pruebe con esto:

http://larsvondick.blogspot.com/

Pocas cosas más duras (y mas "duras") se encuentran en la red.