viernes, 4 de enero de 2008

Días de escuela (para los fans de "Cuéntame..." y Asfalto)


Bien abrigado llegaba al colegio,
1960, hace poco tiempo.
Formados frente a una cruz y a ciertos retratos,
entre bostezo y bostezo, gloriosos himnos pesados.Despertamos en pupitres, de dos en dos.
Aún recuerdo el estrecho bigote de Don Ramón.
Y la estufa de carbón frente al profesor,
la dichosa estufa que no calienta ni a Dios.

Suena el timbre, ¡al fin!
Bocadillo, recreo, evasión.
Una tortura más antes del juego:
la leche en polvo y el queso americano.Sales tú, y el gordo después
Te cambio los cromos, te juego al tacón
Sal tú, la ligo yo.Apuremos el tiempo, ¡que ya nos meten dentro!

Dos horas de catecismo y en mayo la comunión.
La letra con sangre entra, ¡otro capón!
Tarea para mañana, puesto el abrigo
otra copla a los del cuadro y ¡hasta mañana, Don Ramón!Y ahora tú qué pensarás,
si cuanto más me oprimían más amé la libertad.Y es a tí a quien canto hoy,
Enseña a tu hijo, ¡oh! enseña a tu hijo, a amar libertad.

ASFALTO (J.L.Jiménez, Lele Laina, Julio Castejón, E.Cajilde) 1.978



Aunque sea un tanto de refilón, me incluyo entre los que asentimos al cotejar nuestros recuerdos con la letra de este tema (1) Creía no sentir ningún tipo de nostalgia por mi niñez, pero en Mogrovejo, una preciosa población lebaniega, encontré un museo dedicado a la Escuela (2) Allí estaban los pupitres para dos, el globo terráqueo, el puntero, la negra pizarra, la cruz y la estufa que no calentaba ni a dios. Y la recreación de la atmósfera me resultó conmovedora.

En 1973, si mal no recuerdo el año, también tuve un “Don Ramón”. Pero ya estaban en minoría. Casi todo el profesorado de aquella época era de ideología comunista. Hoy en día parece impensable, pero en las primeras elecciones, una victoria del PCE entraba dentro de los pronósticos. Es lo que valoro de la serie de TVE “Cuéntame cómo pasó”. Apenas la veo, pero me atrevo a recomendar los episodios que siguen la estructura del documental dramatizado. Pueden encontrarse aspectos discutibles, pero lo esencial es lo que está allí.

Me sorprendió mucho el éxito de los Alcántara, sobre todo, entre quienes no vivieron la época. Harto de las historias de la posguerra, supuse equivocadamente que pasaría lo mismo con las décadas de los 60 y 70. Además, la atonía de la serie para no herir las sensibilidades, hacía prever un tratamiento superficial. Pero los hijos tienen curiosidad por asomarse al tiempo de sus padres, y éstos parece que no comparten mi desapego.

Supongo que es necesario recordar, pese al dolor. Ya no hay capones, ni siquiera cachetes. La leche ahora es desnatada y enriquecida en Omega 3 (¿cabezas de sardina machacadas? –Daniel Piris dixit-) y no tenemos Comunidad Autónoma que no presuma de excelentes quesos. Los gordos de hoy en día están grasientos, no como los de antes, que era más por su constitución ósea. ¡Los gordos de entonces pasaban hambre! Y eran muy apreciados en ciertos juegos, en los que su volumen y el peso marcaban diferencias… Hoy en día tenemos graves problemas, pero por lo menos, algunos de los viejos parecen resueltos. Por lo menos, parece que se ha enseñado a amar la libertad.

Volviendo a Asfalto, el cambio de década 70-80 propició en España extraordinarias formaciones musicales. Fueron los años del llamado rock urbano (Bloque, Leño, Topo,…), rock andaluz (Triana, Medina Azahara, Alameda,…), heavy (Barón Rojo, Obús, Banzai,…) Puede que ahora se esté recuperando la letra elaborada y comprometida, a través del “rap”, pero no así el virtuosismo en la interpretación que tenía, por ejemplo, los indefinibles Asfalto. Aquí me han pillado. Por ellos sí que siento nostalgia. Y de ahí han surgido los anteriores pensamientos entrecruzados.

3 comentarios:

Stuntman Mike II dijo...

Joder! soy 10 años más joven que tú y me siento identificado con la letra de la canción... a un colegio curas me tocó ir (era tan retro que ni tenian estufa de carbón, y el edificio parecia el monasterio de "El nombre de la rosa", leches)...

Añade a tu perfil lo de melómano, más que megalómano, no sé, te imagino representado en bronce montado a caballo y es que me entra la risa tonta...

Alfredo J. Liebana Rado dijo...

Gracias de nuevo. Por cierto, dado que, de todos los epitetos autoflagelantes que me dedico, con el que no estás muy de acuerdo es con el de megalómano, debería deducir que los demás te parecen ajustados a mi personalidad.
Volviendo a la entrada sobre Rembrandt, espero que te gustara el detalle con el filisteo sacando el ojo a Sansón... ¿adivinas en quién estaba pensando cuando lo colgué? Un abrazo, brother

Javier Liébana Radó dijo...

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