jueves, 1 de mayo de 2008

La máscara de Venecia


Mi ímpetu por visitarla surgió a raíz de un documental sobre la elaboración artesana de las máscaras, así como su significado dentro de la comedia veneciana. Para mí, Venecia está enmascarada. Es una mujer madura de belleza legendaria, y atrae tanto a fieles admiradores como a los que ansían conocerla, enterados por los comentarios que circulan. El paso del tiempo es inexorable, las manchas bajo sus ojos, las arrugas en torno a los labios, la pérdida de tersura sobre los pómulos,… quizá no impiden reconocer la belleza de su juventud, pero no es lo que se espera de ella. Entonces, la máscara encubre la decadencia, y con su todavía atractiva figura, se ofrece sugerente y misteriosa, con toda dignidad. Ya pasó la época en que sus amantes más ricos la colmaban de los más preciados obsequios. Ahora, se exhibe para seguir conservando el tesoro. Y sus pretendientes, ligados al juego, también cubren sus rostros, bien por complicidad, bien por temer no estar a su altura.

Malandrín es un joven y talentoso fotógrafo. Su estudio en Ponte Della Canonica Castello, 4314, ofrece vistas que van más allá del reiterativo gondolero navegando por el pequeño canal, a precios muy asequibles. La fotografía que ilustra la entrada es un pobre fragmento escaneado de la que le compramos.

7 comentarios:

Javier Liébana Radó dijo...

Yo de poder permitirmelo me conseguia el conjunto de máscara, capote negro y tricornio a juego en terciopelo negro, me parece el disfraz definitivo, lo emplearía con cualquier excusa, durante el carnaval, en Halloween, en una orgía (que más quisiera ;) )en un día especialmente frío, en las torradas de can Toni...

No asumes un personaje cualquiera ni siquiera una imágen de lo que deseas ser ni consigues una apariencia ridicula, si no que difuminas tu aspecto normal en un traje que en su contexto, te confunde con la masa y te permite aflorar el lado oculto que tenemos, para el caso, el mas festivo por supuesto... Pero siempre con clase y de una forma tambien verdaderamente tenebrosa, en una mezcla festiva y terrorifica en un sentido muy clásico.

A mi, el interés por el tema me viene de unas citas que leí hace años de Lawrence Durrell que empleé para realizar unas ilustraciones en una exposición sobre literatura e ilustración, ambientadas en el carnaval de Alejandría.

Alfredo J. Liebana Rado dijo...

¿Podrías ampliar tu comentario sobre las citas de Durrell y el carnaval de Alejandría? Me resulta muy interesante...

Javier Liébana Radó dijo...

Ya lo he comentado pero no has publicado la entrada. Bueno, haré un resúmen aprovechando que he recordado de donde saqué las citas para las ilustraciones:

En un recopilatorio de cuentos de ambientación gótica se incluía un capítulo del Cuarteto de Alejandría, en donde se describía el Carnaval de la ciudad de Alejandría cuando esta era una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, hará casi un siglo. Me gustó la descripción de la fiesta, parecida a la de Venecia, en donde cualquier persona, al ponerse la capa y la mascara pasaba a ser una figura anónima capaz de desatar cualquier tipo de pasiones.

Alfredo J. Liebana Rado dijo...

Muchas gracias por tu reseña de Durell. Lamento que el sistema extravíe comentarios, como habrás comprobado, no voy nada sobrado de ellos, precisamente. A mí también me ha pasado... Una sugerencia, si son extensos y/o elaborados, los redacto previamente en word, y luego copio

Javier Liébana Radó dijo...

Gracias, tienes toda la razón. Lo del comentario extraviado ha pasado varias veces, jeje, y yo comentando si no lo pones, a veces me olvido que esto es internéhmihy.

Javier Liébana Radó dijo...

Otro ejemplo de como vá la red de redes es que yo no había escrito ese "mihy" final, en donde pone "internéh", deben ser los gremlins del servidor... estoy flipando, eso o tengo lagunas...

Disfruto mucho comentando tus entradas, me parecen muy interesantes y me da pie a hablar de temas que no trato con casi nadie.

Alfredo J. Liebana Rado dijo...

¡Gracias!